3/03/2007

CHANTAJE

Una democracia se asienta en los tres pilares que la constituyen:

- Poder Legislativo.
- Poder Ejecutivo.
- Poder Judicial.

El poder legislativo, son los que crean las leyes, en principio constituyen la representación del pueblo, son electos por unos comicios con sufragio universal. Elegimos partidos que crean este poder. Mal empezamos, o sea, políticos.

- El poder Ejecutivo es el gobierno. Otra vez mal. Peor. Políticos elegidos por el poder anterior. Más políticos, y encima con más responsabilidad.

- El poder Judicial. Todo un sector jurídico que impone, en base a las leyes (promulgadas por los dos poderes anteriores), penas y medidas de seguiridad.

Esto es de modo resumido una democracia en lo referente a quién manda.

Ahora bien, ¿quién manda de verdad?

En democracia una persona puede amenazar de muerte a un juez (el juez, además, visto como representante de nuestro poder judicial) y ser condenado por ello. Uno, tres o nueve años, los que sean.

Una persona puede cumplir la condena, más o menos integramente (esto ya nos hace dudar un poco).

Esa misma persona se puede poner en huelga de hambre y morir por ello, para evitar esa condena.

Un gobierno puede decidir, sin el consenso del poder legislativo, ni del judicial, poner en un hospital o en su casa a un condenado para evitar que muera.

La pregunta sería: ¿Si una persona normal de la calle dijera que va a matar a un juez, fuera condenado por ello y posteriormente se pusiera en huelga de hambre paa conseguir recuperar su libertad, la conseguiría? ¿O hace falta ser expresidiario por delitos de sangre por acciones de terrorismo para ello?

¿Qué ocurre cuando por defender tu propiedad, tu integridad y tu familia agredes a otra persona que entra a dañar todo lo que te pertenece? A esto tengo respuesta, te vas a la cárcel. ¿Y si esta persona empezara una huelga de hambre? No hizo más que defender sus intereses, dentro de su propiedad, no insulto, ni amenazó a nadie, ni tiene antecedentes por terrorismo.

¿Es igual el tratamiento?

De acuerdo que ninguna sociedad debería dejar morir a nadie, ni terrorista ni no terrorista, ni de izquierdas o de derechas...no podemos recriminar, del todo, la acción del Gobierno, lo que se recrimina socialmente han sido las formas. La doble moral, la subjetividad, la parcialidad de aplicar las normas en base a un beneficio, la no concordancia con la Ley.

Una sociedad no puede percibir tan directamente, tan descaradamente la doble aplicación de una norma. A unos sí y a otros no. A unos les apreciamos características que atenúan la situación y a otros no.

Es como una multa de la policia Local. Jamás nos deberíamos quejar de una multa que nos han impuesto. De lo que nos quejamos es de la arbitrariedad con que se ponen. A unos sí en una situación, a otros no en la misma situación. Esto está ocurriendo con la aplicación de las leyes o con las decisiones del Gobierno.

Dos terroristas del GRAPO murieron por una huelga de hambre, nadie cedió ante los chantajes.

Dos miembros del IRA murieron en huela de hambre, nadie cedió ante los chantajes.

¿Qué pasaria si todos los recluidos en una cárcel comenzaran sendas huelgas de hambre, estuvieran a punto de morir? ¿Se les trataría igual?

La arbitrariedad es lo peor que le puede pasar a cualquier sociedad.

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