Será que nos estamos haciendo mayores...pero yo no me veía en un pabellón entre quinceañeros viendo a Iván...tampoco imaginaba uno de sus conciertos en un recinto grande y poco íntimo...estaba acostumbrado a la Oasis o Casa del loco para escuchar a Iván, subir al camerino para estar con él, hablar un rato y hacernos las fotos de rigor...Esta vez el sueño y tener que competir con un público joven me ha quitado las ganas de poder estar un rato con él. Otra vez será...
El concierto ha estado bien, el sonido regular (pero no por el grupo, más bien por la calidad del equipo de sonido de estos recintos...). Ha tocado, como es lógico, temas del último disco, que no he tenido la oportunidad áun de escuchar...bien es cierto que no he prestado la misma atención a sus discos en solitario que a los discos de Piratas. Piratas me convencía al 100%. El primer trabajo de Ferreiro sí me gustó, pero comparaba con lo anterior...es que la decepción de que Piratas desapareciera es superior a la ilusión de que Iván siguiera en solitario...
Pero tengo que dar otra oportunidad a su trabajo.
El concierto en líneas generales: 7 sobre 10. Más guitarras, un bajo potente, piano con buen sonido, buena percusión. Sonido del pabellón regular.
Lo que sí se agradece es que tocara "El equilibrio es imposible" de Piratas, Iván al piano. Es un detalle. Sólo esa canción ha valido la pena pasar frío y sentirme mayor entre tanta multitud. Me ha emocionado como en los tiempos de la Oasis.
Gracias Iván.
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