Mi padre...en el Diario del Alto Aragón

Belleza y evolución en los paisajes de Pérez Tudela

La sala de Caja Inmaculada acoge una exposición del artista jacetano hasta el 12 de marzo.
HUESCA.- Óleos, acuarelas y pasteles son las técnicas que ofrece el artista jacetano Pérez Tudela en la muestra que presenta en la sala de exposiciones de la Caja Inmaculada en Huesca y en las que el paisaje protagoniza la temática.

Sobre cada técnica utiliza un concepto diferente, en un proceso de materializar sus inspiraciones y dar significado a su trabajo. Descubrimiento, belleza, evolución, son cualidades que se encarnan en el hacer de Pérez Tudela. Cada paisaje que recrea revela una emoción, transita por un sentimiento, como un testimonio estético que revela cada intención artística del autor.

Y lo hace desde la propia sencillez, consecuente con lo sensible, ejercitando el gesto, como si se debatiera el silencio, como si en cada cuadro entablara un diálogo apacible y sereno con la propia Naturaleza, como si de una aventura feliz se tratase.

El artista captura los momentos y sus emociones, por ello sus cuadros son de una unidad de sentimiento sensualista y naturalista. Unidad en nada paradójica, sino de una coexistencia armónica. Vitalidad de trazos y colores, que rompen la rutina en sí misma, ordenando el silencio de la pintura, concediendo profundidad a lo inmediato, afirmándose en la certeza de su admiración por lo que recrea.

Vaporosos y amables paisajes, austeros pero vibrantes, equilibrados y adaptados a los formatos y a las técnicas. El color es como en la naturaleza, el verdadero protagonista del ciclo vital. La luz que transforma los colores, exaltando o reflejando sus brillos o reflejos. Son pequeños fragmentos de la realidad convertidos en sensibles representaciones que se aproximan al espectador de manera generosa, cargados de emoción y sincero lenguaje.

Pérez Tudela, dentro de un clima de subyugante serenidad, refiere los elementos de cada paisaje, arboledas, ríos, caminos bucólicos…, estructurándolos armónicamente en planos de realidad, concertados con ajustado rigor a la vez que aporta sus sensaciones sin desvirtuar por ello la esencia de lo pretendido.

Son pinturas de ritmo, de equilibrio, de razonados impulsos, que responden a una traducción lírica de unos paisajes tejidos por pinceladas que generan la trama de un argumento sugestivo. Por ello mantienen la frescura de la realidad próxima y el impulso vigorosamente creativo, optimista, de quien ve en la Naturaleza el reflejo de la esperanza, de la belleza más reveladora, del espectáculo de la verdad.

Además del equilibrio entre el color y la composición, entre las atmósferas y los contenidos, existe una básica unidad entre cada una de las técnicas y la manera de abordar los asuntos, ya que cuando no son precisos ignora los detalles, y cuando son necesarios, los controla y afirma.

Es por eso que esta exposición, dentro de la unidad temática, presenta conceptos y resultados diferentes, que la hacen variada y amena, y que evidencian a un pintor con experiencia y recursos, con sensibilidad y argumentos, con facilidad comunicativa y gusto refinado.

Puede visitarse hasta el día 12 de este mes de marzo.

J.L. ARA OLIVÁN

10/03/2009