Para que nuestro destino estuviera escrito debería existir tantos universos paralelos como posibilidades.
Por ejemplo:
Te plantas en el paseo Echegaray de Zaragoza frente a la calle Don Jaime I.
Posibilidades:
1 Que sigas recto.
2 Que te vayas para la plaza del Pilar.
3 Que te vayas para San Vicente de Paúl.
4 Que te vuelvas por el puente de Piedra.
5 Que te quedes parado donde estás.
6 Que Saltes.
7 Que grites.
Así hasta el infinito.
Por ello cada situación debería estar establecida en universos paralelos para que el ente superior (Matrix, Dios, Extraterrestres...) pueda controlar tu destino y nuestro libre albedrío.
La Ley de Plank no deja lugar a dudas es imposible este hecho de la predestinación. Quizá como en psicología exista el moldeamiento, la posibilidad de que tus actos se orienten un poco para la consecución de un objetivo preestablecido por ese Matrix, Dios,..., etc. Es como la caja de Paulov en la que los ratones no saben que al dar a la palanca cae comida, pero el ente superior (humano) activa la palanca desde fuera para que el ratón vea que cae comida, así el humano modela la conducta acercando a la posibilidad de que el ratón toque la palanca ¿¡por libre voluntad?! (jejejejeje). El ratón al final aprende que tiene que tocar la palanca para que pueda saborear la comida. y ¡tachan! condicionamiento operante. Eso es lo que somos en manos de Matrix, Dios, ..., etc. el experimento de Paulov pero a lo bestia. En Matrix a aquellos que son conscientes de su manipulación los matan o reprograman. Son las vidas que acaban síntomas de una mala programación, de un disfunción en el programa establecido. Es la muerte de uno sinónimo de destino para otro. Bufff. Mejor no pensarlo.
9/05/2007
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