Misma genética, sobrealimentados...

Según un informe, el ser humano se está engordando, somos obesos, algunos de hecho, otros en potencia. El ser humano nunca ha tenido comida ilimitada. Nunca ha podido disponer de toda la comida para satisfacer su gula. Hoy la población mundial no tiene que luchar por la comida, no tiene que ir detrás de un mamut para llevar comida a su casa, a su progenie. Simplemente, acude a un supermercado, abre el frigorífico, ataca la despensa, los armarios, o llama por teléfono para pedir comida china, o pizza. Sin embargo, los hombres contemporáneos, nosotros, tenemos el mismo perfil genético que hace 15.000 años. El hombre prehistórico poseía una genética preparada para guardar grasas, por si no comía durante días. Pero, hoy no ocurre esto, estamos sobrealimentados. Y nuestra genética no ha evolucionado, con lo que sigue con la memoria de hace 15.000 años, guardando grasas, y no metabolizando lo que comemos. Entonces, la pregunta que podríamos plantear es: ¿Vamos a cambiar nuestra genética? ¿Se está cambiando esa tendencia a acumular grasas? ¿O debemos aportar a nuestra vida deporte, y vida saludable? Mientras nuestra genética no cambie, nuestro cuerpo no sepa que los tiempos de ir detrás de un elefante, bisonte, o cualquier bicho de 4 patas, ha terminado, entonces, tendremos que cuidar lo que comemos. Cuánto tiempo hace falta para que un ser humano cambie este fenómeno, que queme todo aquello que come, aunque sea sobrealimentación...