Resulta que el Presidente de la Cámara, del Congreso ha puesto nuevo horario...sus señorías deben ir al trabajo a las nueve de la madrugada...y claro, no va nadie...Pero he oído a más de uno a las 8 de la mañana en algún programa de radio o de televisión...así que lo de madrugar no debe ser un problema...pero sí para ir a "currar". Un parlamentario cobra entre 4000 y 6000 euros, dependiendo de su tributo al partido. No pagan en los transportes públicos, pero aún no he visto a ninguno en el bus o en el metro. Nadie les controla en su trabajo. La sociedad les reprocha que viven muy cómodos..sus señorías dicen que eso es demagogía...que ellos trabajan mucho...pero no sufren "estrecheces", paro o los demás rigores del ciudadano medio.
Si un trabajador no acude a su puesto, se lo podrán pasar un par de veces...pero a la tercera: ¡a la puta calle! El otro dia de 350 diputados, sólo 40 fueron al congreso, un 12%.
Lo frustrante es que la sociedad no se cree las instituciones políticas...pero cómo van a creer en ellas si, los que viven de ello, parecen no tener ningún interés en su propio trabajo.
Hay diputados que no abren la boca en toda la legislatura...que son efigies en la cámara, como mucho abren la boca para bostezar...
Como tuve que estudiar en Derecho Politico I y II, todo lo relativo a nuestro parlamentarismo comprendí que antes la clase política, era eso: clase. Los debates iban más allá de las descalificaciones, insultos o pataletas...se adentraban en los más mínimos detalles de su propia actividad...las discusiones se alargaban..se dilataban...participaban todos...con una verborrea que hace palidecer a estos, actuales, políticos faltos de dotes verbales.
Todo esto provoca el cansancio democrático...esto no es una democracia...es una oligarquía en la que los parlamentarios se perpetuan en sus cargos por su partido. Tenemos diputados que llevan toda su vida en el congreso...Hay quien lleva VIII legislaturas...parecen vitalicios...pero no es el ciudadano el que lo mete en el Congreso legislatura a legislatura, es el partido. Y para colmo, no asisten a las sesiones parlamentarias... ¿qué hacen entonces?
Y mientras hay manifestaciones porque otros quieren seguir trabajando, no perder su puesto, a pesar de que no les guste...
Nota: con dos legislaturas cumplidas un diputado tiene una "jubilación" vitalicia.
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