Lo de la huelga es una pasada. El derecho a huelga está recogido en nuestras leyes, y nuestra carta magna (ese gran papel mojado). Pero el ciudadano medio cuando le "tocan las narices" no se acuerda de que todos, digo todos, repito: todos, tenemos derecho a huelga. Aunque nos perjudique o nos moleste. La huelga de transportistas es sólo la punta de una gran montaña de problemas con los carburantes.
Ya llevo diciendo en este blog:
1 Que si el precio de los carburantes se fija en dólares, una subida de 10 céntimos de dolar, no puede ser una súbida de 10 céntimos de euro.
2 Que el Estado no puede tener como medio de financión (por ejemplo para los famosos 400 euros) lo que recaude de los carburantes. En todo caso, y para variar, debería retener el precio de la gasolina, para que, por una vez, la subida repercuta en el Estado y no en el ciudadano.
3 Que el Estado tiene que empezar a ver que la solución no son los carburantes, sino empezar a plantearse otras posibilidades energéticas, invirtiendo en tecnología alternativa a los carburantes.
4 Que tiene que ceder ante lo que piden los transportistas, ya que no piden ayuda por vicio, sino por necesidad.
5 Que piense el Gobierno, que lo próximo será el ciudadano el que quiera una ayuda para poder seguir trabajando (ya que casi todos necesitamos el coche para ir a trabajar, o por lo menos una gran mayoría de trabajadores) y los transportes publicos no aguantarían que todos los ciudadanos dejaramos el coche en casa y pillaramos el bus, metro o cercanías.
6 Que no se ve que este Gobierno haga nada, en ninguna materia, para afrontar la crisis. Ni bueno, ni malo. No se ve actuación. Yo quiero un Gobierno fuerte, que tome decisiones, aunque no me gusten las decisiones, pero que haga algo.
7 Que los sindicatos no se mueven, que están "comprados", y con esto me refiero a que no tienen una línea dura (que sería la propia de un sindicato que defienda a sus trabajadores). Los sindicatos ahora gestionan mucho dinero, dinero que depende de ayudas, subvenciones, fondos y demás dinero público que creen puede verse comprometido con un ataque al poder público. Y esto les limita en sus actuaciones.
Y por tanto en la defensa de los trabajadores.
Es hablar por hablar....
Yo llevo diciendo desde que empezó este nuevo Gobierno, que no agotará la Legislatura, que tendrá demasiados problemas como para seguir...y agotará la confianza del ciudadano.
6/11/2008
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