Cuando creemos que todo nuestro descanso
toda nuestra tranquilidad reside en el fin de semana,
cuando tenemos la obligación de reposar
todo el camino recorrido de lunes a viernes,
entonces llega el domingo
y vemos la cantidad de cosas que deberíamos haber hecho
y no hemos hecho.
Deséaríamos haber hecho más.
Contradictorias metas para cuarenta y ocho horas.
4/08/2006
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